La sensación de misterio insondable que produce en nosotros el mundo emocional, es la misma que siente una persona que no sabe leer, ante las páginas de un libro.
Imagínate tu mundo emocional como un libro. Tu libro nos habla de ti, de tu forma de relacionarte contigo, con la vida, con el mundo. Y contiene las claves del viaje de tu vida: cuáles son las cosas realmente importantes para ese viaje, hacia dónde ir, qué necesitas para llegar, con qué recursos cuentas para enfrentar el camino, cuándo es mejor ir acompañado y cuándo no, qué compañeros son los ideales para cada trayecto, quiénes son tus enemigos ocultos, cómo hacerles frente …
Sabiendo que en ese libro está toda la información que necesitas para desarrollarte en el mundo y en la vida, ¿qué no darías para conocer los secretos que encierran sus páginas? ¿No querrías aprender a leer?
Del mismo modo que yo aprendí, tú puedes aprender a leer en ese lenguaje emocional, a descifrar sus letras y a comprender el mensaje que cuenta cada historia, porque no es lo mismo leer palabras sueltas, que “interpretar” un texto. Y tanmbién puedes contar conmigo para hacer el trayecto del aprendizaje es mucho más llevadero, más fácil y más rápido.
Tu talento es “eso” que te hace único, ese “algo” que sólo tú puedes hacer de esa manera. Y ese “algo” impregna tu forma de sentir, de pensar y de hacer. Es como tu sello personal. Cuando desarrollas ese talento con las personas, eres capaz de comunicarte y relacionarte de una forma única, inconfundible e inolvidable. Y tu presencia deja huella en las personas con las que tienes relación.
Hay personas que tienen esa habilidad tan desarrollada, que literalmente parecen “hacer magia con las personas”: saben cómo hacer para que se sientan a gusto en su presencia, que se sientan especiales, que quieran ofrecer su mejor versión para dar lo mejor de sí y que quieran participar en aquello para lo que los reclamen, porque se sienten importantes al hacerlo.
En realidad, no es cuestión de “magia”, es gestión emocional. Y las personas que desarrollan esa habilidad, sacan a la luz su “talento para las personas”.
Mi nombre es Elena Frade. Conozco y me manejo bien en tres mundos: el mundo de empresa, el de los RRHH y el mundo interior de las emociones. Diseño e imparto cursos de Inteligencia Emocional para aprender a gestionar las emociones tanto a nivel individual como grupal. Realizo talleres para el desarrollo personal y para el desarrollo profesional, en los que entrenamos habilidades emocionales y sociales para aplicar la gestión emocional en el día a día, en la empresa y en la vida. Mi especialidad es el entrenamiento de grupos en gestión emocional aplicada a la empresa (Emotional Business Training)
Pues después de mucho estudiar, trabajar y practicar. Tengo una curiosidad innata insaciable y soy muy inquieta intelectualmente, así que siempre estoy estudiando algo. Sé que hay personas que necesitan conocer datos concretos para hacerse una idea de con quien hablan. Si éste es tu caso, te pongo alguna información a continuación. Si no, ya sabes, dale al ratón y salta al módulo siguiente.
A lo largo de mis más de 20 años de carrera: he ejercido como abogado y asesora de empresas, he trabajado en el área de RRHH (como jefe de personal, directora de RRHH y consultora) y desde hace más de 10 años me dedico a la formación en inteligencia emocional y coaching.
Soy licenciada en derecho, Técnico Superior en Riesgos Laborales (con las 3 especialidades) y Facilitador autorizado del curso “Directivo Coach” por The International School of Coaching. He realizado varios másteres (dos en RRHH, medio ambiente y calidad) y dos postgrados (Formador de Formadores y Cooperación Internacional y gestión de ONG’s). También estoy certificada en Coaching Personal, Ejecutivo y Corporativo y soy Practitioner en PNL. Pero como el mundo interior de las emociones siempre fue mi centro de curiosidad, paralelamente a mi actividad profesional realizaba cursos que nutrían esa necesidad y que, sin darme cuenta fueron, con el tiempo, girando mi foco de atención profesional. Realicé innumerables cursos y aprendí técnicas de todo tipo (sólo por nombrar algunas: hipnosis ericksoniana, meditación, conciencia corporal, gemoterapia, psicoenergética, corenergética,…).
Que acabara dedicándome a la formación, no fue casualidad. En realidad, siempre “apunté maneras”. He de confesar que, hoy en día, sigo estudiando. También que, cuando digo esto me entra la risa. Y también confieso que, de todo eso, aprendí y mucho. Y me gustaría compartir contigo algunos aprendizajes de mi trayectoria vital y laboral, que no siempre fue ni fácil ni sencilla, pero sí tremendamente instructiva.
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